Con el objetivo de consolidar en la región a Panamá como un país productor y exportador de cáñamo se discute en la Asamblea Nacional el proyecto de ley No. 26 que regula la producción, comercialización y exportación del cultivo.
La iniciativa que no es la primera vez que se presenta ante el Órgano Legislativo, según el diputado proponente, Carlos Saldaña, busca que los productores panameños aprovechen los múltiples beneficios que ofrecen la semilla, fibra y pulpa del cáñamo.
Saldaña destacó que las semillas de cáñamo industrial no contienen sustancias psicoactivas, al contario, es una proteína completa que aporta todos los aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y grasas aptas para el consumo humano.
Además, es amigable con el medioambiente, ya que a diferencia de otros cultivos, requiere menos agua, no depende de pesticidas y regenera suelos agotados, contribuyendo a un desarrollo agrícola más sostenible.
De acuerdo a los exponentes, el cultivo de cáñamo reactivará la empleabilidad en el país, puesto que, según estudios globales, de esta actividad se generan entre 7 y 11 plazas de empleo desde la siembra hasta la exportación.
Las aspiraciones económicas del mercado a nivel global ascienden a $25 mil millones de dólares, ingresos a los que pretende acceder Panamá de ser sancionado dicho proyecto de ley.
La maleza del cáñamo en aproximadamente 3 meses está lista para su cosecha, por lo que, resulta ser un cultivo rentable para los productores, quienes podrán utilizarlo en sus procesos de rotación.